Venía la UDMAIRENA de dos victorias con las que la ilusión había vuelto a tod@s l@s aficionad@s, pero en la mañana de hoy en la visita al líder de la categoría, que se jugaba ratificar su ascenso matemático, ha cosechado una derrota (3-0) que corta de raíz la posibilidad de ascenso.
Era una empresa difícil la que afrontaba el equipo entrenado por Agustín Bejarano, pero no imposible, y tras las dos victorias que habían precedido al encuentro de hoy en Utrera, las espectativas se habían disparado a pesar de que era realmente complicado.
Digna de elogio la labor que ha llevado a cabo el míster desde que tomó las riendas del equipo, al que ha conseguido cambiar la cara, llevándolo en de ocupar una posición perdida en la tabla clasificatoria a estar metido en la pelea hasta prácticamente el final. Por ello es de recibo reconocer su trabajo.
Aunque pueda parecer una locura, la temporada no ha de tomarse como fracaso, ya que aunque todos queríamos conseguir el sueño del ascenso, tras un primer tramo liguero en el que se perdió mucho, mucho terreno, el hecho de haber sabido competir durante muchas jornadas con la presión de tener que ganar, ha servido de aprendizaje y ha sido una prueba de madurez para nuestros jugadores, que seguro va a servir de cara al año proximo, seguro que sí.
Quedan dos jornadas para concluir el campeonato y hay que seguir con la misma intensidad y ganas para tratar de quedar en la mejor posición posible al concluir el mismo, nunca se sabe lo que puede pasar durante el verano...en estas categorías todo es posible, hasta lo más impensable. Por ello sería importante quedar lo más alto posible.
Pase lo que pase estas dos jornadas que restan pienso que el equipo ha demostrado que cuando se quiere se puede...si ese primer tramo de temporada hubiera sido mejor( solo un poco mejor) seguro que estaríamos hablando ahora de otra cosa pero...
Por el esfuerzo y el entusiasmo me gustaría felicitar a todos los que nos han permitido ilusionarnos durante estos meses, aunque al final no se haya podido culminar la hazaña.
¡Muchas gracias señores!
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