viernes, 31 de agosto de 2018

DE CUANDO EL CAMPO DEL MAIRENA SE QUISO PLANTAR DE CÉSPED...

Llega a mis oídos una de esas historias que por mucho que te la cuenten parece increíble que haya sido verdad.

Es un antiguo jugador de la UDMairena, quien en primera persona vivió dichos acontecimientos, el que me lo cuenta, con la consiguiente sorpresa por mi parte al considerar que me estaba tomando el pelo...pero no, lo que en aquellos instantes me estaban narrando era cierto aunque pareciese inviable.

Pues bien, aunque no supo precisarme con exactitud el año, si que me aseguró que podría ser durante la década de los ochenta(" de esto hace un porrón de años" me comentaba) y que lo que les tocó vivir a él y a sus compañeros fue increíble.

Nos ponemos en situación, pretemporada de una de las temporadas de la UDMAIRENA en aquellos años, en la que cierra un partido con el segundo equipo del Sevilla f.c, el por aquellos años Sevilla Atlético.

El club se plantea ante tan notoria visita plantar el terreno de juego ,del por entonces Francisco León, de césped para que presentara un buen aspecto. Se le encarga la misión a la persona que en aquellos años desempeñaba dichas funciones, cuyo nombre no logro recordar, quien con las mejores intenciones comienza dicha tarea.

Se siembra el campo y comienzan a pasar los días. Tal como me comenta este exjugador de la UDMAIRENA, con el discurrir de los días el aspecto que iba presentando el campo era cada vez mejor, ya que las diferentes semillas al germinar iban permitiendo que el terreno de juego mairenero fuese cubriéndose cada vez más del tono verde que otorga el césped. Pero días antes de la visita del conjunto sevillista, se empiezan a divisar por todo el campo matas de hierba que iban sobresaliendo a lo largo del mismo y que en nada se correspondían con lo que se esperaba, lo que alarmó al personal ;ya que, a pesar de que por estos lares no eran asiduos al césped, si tenían conocimiento del aspecto que presentaba un campo cuando este es el adecuado.

Así que tras esperar unos días para ver que pasaba, se llega a la conclusión de que lo que se había plantado no era césped, eran tal y como me comentaban "rabanitos por todo el campo, de manera que las matas sobresalían por todo el terreno de juego y era horroroso".

Ante tales circunstancias y como la visita del conjunto nervionense era inminente se toma la siguiente decisión" los jugadores tuvimos que ir zoleta en mano para ir quitando todas y cada una de las matas de rabanito que habían plantado",
"Allí estaba  el añorado Curro, animándonos para que se retiraran todas porque el encuentro si no recuerdo mal era al día siguiente o a los pocos días y había que intentar solucionar aquella inverosímil situación que se había originado de la manera más efectiva y rápida posible, por lo que optaron por esta vía, que al final dio buen resultado ya que el encuentro pudo disputarse finalmente"

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