Ha defendido la camiseta de la UDM en numerosas temporadas durante la década de los 80´s y principios de los 90´s (pude jugar con él en sus últimos años en activo), hasta que las lesiones en su rodilla le impidieron poder disfrutando de su gran pasión, jugar a fútbol. Jugador de equipo, de los que todo entrenador precisa tener en su plantilla, ya que podía desempeñar diferentes puestos en el medio campo y en todos ellos lo hacía de la manera adecuada. A ello se ha de añadir la labor que desarrollaba en el equipo a la hora de crear grupo (tan importante para poder llevar a buen puerto un colectivo que persigue unos objetivos comunes).
Tras retirarse, se formó como entrenador, desempeñando dicho puesto en diferentes equipos de la UDM, llegando a dirigir al primer plantel en los primeros años de la pasada decáda. Recuperó junto a su gran amigo Pepillo, los escalafones inferiores del club, que durante algún tiempo estuvieron desparecidos, comenzando a edificar lo que posteriormente se convirtió en una buena cantera, todo lo reiniciaron él y Pepe. También participó en la consolidación del equipo femenino con el que durante un tiempo contó la UDM, siendo entrenador del mismo en sus primeros años.
Lleva desempeñando labores directivas en el club, desde hace muchos años, siendo actualmente uno de los pilares sobre los que se sustenta la UDM, ya que junto a Vela y Mameli, lucha a diario por la continuidad del club, contando con recursos muy limitados lo que resalta aún más su impagable labor.
Por todo ello creo que es de recibo realizar este sencillo pero sincero homenaje, a este mairenero de pro que lleva mucho tiempo luchando porque el club de sus amores siga vivo y pueda en un futuro no muy lejano ocupar el lugar que se merece.
¡GRACIAS GAVI!
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