domingo, 27 de noviembre de 2011

HISTÓRICOS DE LA UD MAIRENA - TATO

En esta nueva entrada, con la que continúo haciendo un pequeño homenaje a aquellos jugadores que han sido santo y seña de la UD durante sus más de cincuenta años de historia, el homenajeado es en  esta ocasión, uno de esos jugadores que todo entrenador que se precie ha de tener en su equipo, estoy hablando de TATO.

Es difícil encontrar las palabras adecuadas para poder definir lo que Tato representaba en el vestuario durante los años que estuve con él. Era, y aún lo es, uno de los referentes  dentro del grupo que conformaba la UD de principios de los noventa, tanto dentro como fuera del campo.

Como jugador, un crack, no he visto todavía a nadie que tenga la colocación y el saber estar dentro de un terreno de juego como él. Siempre sabía (¡y sabe joder!, que todas las semanas sigue dando muestra de su fútbol en las pachangas que jugamos los veteranos) aprovechar el momento justo para meter la punta del pie y arrebatarte el balón, parecía que no iba a llegar pero inexplicablemente siempre se quedaba con la pelota o la despejaba alejando el peligro. Un auténtico seguro atrás. HA SIDO EL LIBRE DE LA UDM.

De haber sido político, hubiera creado un cargo nuevo, el de ministro de guisos y barbacoas, ya que siempre era el que se encargaba de organizar los famosos guisos que hacíamos en el ambigú (¡Qué bien lo pasábamos coño!), donde podía ocurrir todo lo imaginable...y lo inimaginable también.

Apoteósicos también los campeonatos de fútbol 7 que durante algunos años organizó, durante el mes de junio en el campo de fútbol, donde con la excusa del fútbol, pasábamos unos ratitos muy buenos en el ambigú después de los partidos. En alguna ocasión llegamos a amanecer en el campo tras largas horas de risas y charlas (sin olvidar los tomatitos aliñados que el Pera preparaba).



2 comentarios:

  1. ESTOY TOTALMENTRE DE ACUERDO EN TODO LO QUE COMENTA EL COMPAÑERO QUIQUE

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  2. POR CIERTO,Y HABLANDO DE LOS GUISOS,RECUERDO QUE EMPEZÉ A ORGANIZARLOS EN 1981 Y PAGABAMOS 500 PTS. CADA UNO Y TENÍAMOS PARA COMER Y BEBER TODA LA TARDE. ACABÉ DE ORGANIZARLOS EN 1994 (PORQUE ME RETIRÉ) Y SEGUÍAMOS PONIENDO 500 PTS.
    ¡INCREIBLE!, E INCLUSO ALGUNO PREGUNTABA SI NO HABÍA PASTELITOS.

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