MÁS ANÉCDOTAS Y CHASCARRILLOS

Ya estoy aqui de nuevo amigos, y quiero recordaros algunas anécdotas de los viajes que hacíamos para jugar por la sierra y otros lugares lejanos, cuando teníamos que estar en la Peña a las 12 del mediodía y no llegabamos hasta las 10 de la noche. Contentas que estaban nuestras novias. Porque además no llegabamos en muy buen estado:
" Yo no se como podeís venir borrachos de jugar un partido de fútbol ", decía mi novia
" Pues ya ves ", contestaba yo, " lo que no consiga la U.D.Mairena...".

Recuerdo un partido que jugamos en Casariche ( corregidme si me equivoco ), que fué el 1º partido que nos primaban por ganar en mi vida, el Casariche iba entre los 3 primeros y nosotros, fuera de casa, no le empatabamos a nadie, así que el riesgo estaba bien calculado. Ganamos 0-1. A algunos directivos no le gustó aquello, pensando que habíamos corrido más que otras veces, pero lo cierto es que a los 4 minutos ya nos habían tirado 3 corners y un tiro al palo, y nosotros nos mirabamos con cara de " ojú la que nos van a dar ", pero así es el fútol, pasamos 2 veces de mediocampo y " el pelaillo ", nuestro portero hizo el partido de su vida.
De aquel partido también recuerdo nuestra llegada al campo en el autobús. Ya sabéis que en los pueblos todo el mundo se queda mirando al equipo forastero, pues bien el 1º representante de Mairena en bajar fué " el mujillo ", después Alejandrito, después Tomás "el butre ", el siguiente era un servidor, pero me negué a bajar y dejé que pasaran unos cuantos por delante. Sólo nos faltó " el Salas " cantando el cara al sol.

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Otra de las importantes aportaciones que el fútbol ha dado a nuestras vidas, es, sin duda, el poder comprobar la cultura y costumbres de otros pueblos, por ejemplo, ¿ os acordáis alguno de El Cuervo ?. El equipo calentando a lo ancho antes de jugar, y 30 o 40 tíos descamisados tirados en el suelo contra la valla, diciéndonos "amablemente" " ni ze os vaya a ezcurrí pazá del mediocampo " con una litrona en una mano y un ladrillo de gafas en la otra.
Ese partido lo solventamos con el mejor resultado posible, perdimos 1-0.

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¿ Se acuerda alguién de Valiente ?, un chaval de San Juan que vivía en el monumento y jugó con nosotros no más de un mes, al que Sebastian le decía ironicamente ¡ Valiente Valiente! cada vez que fallaba ( siempre salta un cojo ). Pues bien, aquel muchacho hablaba poco, no molestaba, no bebía, ni se notaba que estaba. El último partido que jugó con el Mairena veníamos de la sierra, y yo era el que lo llevaba a su casa en la moto. Cuando bajó del autobús, ese chaval no era el Valiente, la camisa con los faldones por fuera, toda llena de tinto, los pelos revueltos, la mirada perdida.... En fin, que lo monte en la moto como pude y lo llevé a su casa. En la puerta lo esperaba la madre, ayude a bajarlo, salude a la madre y pensé " ahí lleva usted a su hijo señora ".
No supimos más de él, no vino más a entrenar, ni a jugar, ni llamó, ni nada de nada. Perdido.
Es que hay gente que no aguanta ni 2 patadas en los cojones.